C'est la vie ...

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Bunbury en el Defectuoso


Como una fanática hecha y derecha desde hace años (9 exactamente, qué estrés el tiempo pasa volando), fui a ver a Enrique Bunbury al foro Sol.

No soy muy afecta a escribir reseñas sobre conciertos o sobre cualquier evento, pero este acontecimiento lo tengo que narrar, pues sin advertencia previa, mi oído y mi razón se conmovieron, como una gran sorpresa espontánea, la mejor de todas porque el sentimiento inesperado es el que más se disfruta.

Ocho de la noche: llegada al Foro (fui con dos personitas muy especiales… ya va el cebollaso ni modo, pero es por si leen esto que sepan que se les quiere) y apantallados porque aunque no estaba completamente lleno, hubo concurrencia suficiente para presumir.

Tengo que confesar que la excentricidad hizo de las suyas, pues no estaba convencida de asistir a este evento, ya que el último disco de Bunbury, que en teoría es el que presentó, no fue de mi total agrado, pero tenía que ir (como aparente obligación) en señal de lealtad, pues en el pasado su música fue mi guía para sentir, eran esas notas combinadas con palabras lo que me daba el gancho a explicar mis emociones, a experimentar y vivir en un mundo alternativo bunburesco cuando me hartaba del mío, aquí viene la confesión: llegué a pensar que estaba madurando al ya no ser tan freak fan (supongo que el escuchar otras cosas y cambiar provoca que lo que pinta la historia personal como lo máximo, ahora se escuche antiguo, sumamente viejo y no tan grandioso como lo fue en su momento). Pero bueno, el punto es que ahí estábamos y de pronto como un piquete, me consumió la emoción, misma que me recordó porque me gusta ir a conciertos: se contagia la alegría de los demás, el desahogo, porque hay que gritar, aunque los gritos no sean para el cantante, hay que sacar lo que está en el cuerpo, expresarse, como una terapia psicológica pero disfrazada, ya que nadie se ve como un loco lanzando gritos al pormayor, cuando todos los demás lo hacen hasta más fuerte, gritar se vuelve normal … que buena forma de sacarlo del sistema (por esto es que no escribo reseñas, me desvío demasiado, pero este es mi blog y expreso lo que se me de la gana)

Sí interpretó canciones del disco nuevo, las cuales me sirvieron para un descanso, ir al baño, fumar un cigarro, comentar con mis acompañantes (reitero, que hasta en vivo, las nuevas canciones no me convencen)

La emoción que comenté hace unos renglones, hizo su aparición con los éxitos de antaño y fue insólito, regresó la conexión, pues en algún momento de la vida supuse que no escucharía en vivo nunca jamás ciertas canciones que se quedan atrapadas en los discos y grabaciones que no lograron traspasar los años, pero esta vez, el que se hace llamar Bunbury, desempolvó el ayer y los relojes marcaron en reversa y sentí como antes lo hacía.

Recordé cuánto disfruto Infinito, que aunque de tantas veces de escuchar y escuchar pierde el sentido original, pero cuando se le da un descanso y de pronto sin previo aviso resuena: “me calaste hondo y ahora me dueles”, creo que no hay mejores palabras para expresar una ruptura… “fue este orgullo desgraciado que no supimos tragar”.

Por supuesto que llegó el momento de superación personal con el viento a favor. Cuando ese disco hizo su aparición (hace siglos), la canción se me hacía muy obvia, escuchaba a mi psicólogo diciendo: “échale ganas, que vienen cosas mejores” y frases mareadoras del estilo … pero en pleno concierto mi mente dijo: qué buena frase y tan cierta “ otra vez fuera de lugar siempre estás donde no debes estar, vencido por el miedo caes al suelo y te dejas pisar”.

Mis momentos preferidos:

- Solo si me perdonas, que siempre me deslumbra, que es de mis grandes favoritas, esta canción que me llena, la música, la intención, el ambiente preciso para decirle a alguien “una palabra más rotunda que otra no me otorgan un gramo de verdad, seguro que solo quería demostrar esta inseguridad que me devora, aquí ahora de nuevo otra vez he vuelto a sobrepasar, el límite que puedes soportar y de esta no salgo vivo… si me perdonas y me das otra oportunidad, prometo escribirte una canción diciendo que ahora acepto la derrota… pero solo si me perdonas”

- El tiempo de las cerezas, preciosura. Cuando me invadió la crisis me daba por citar entre murmullos “no me apetece escribir, hay otras formas de huir y estar loca por sola o sola por loca”. Me encantaría escribir con ese tipo de frases, claras pero profundas, casi poéticas, “hay cercos invisible para doctrinas increíbles, pequeños catecismo para onanistas de abadía, hicieron trizas para siempre nuestra soledad compartida”

- Para romanticismo o dolor, el rescate, (dedicada cómo no) “devuélveme el amor que me arrebataste” y canto “no hay mejor ni peor si estás quieto en movimiento, sufres del mismo dolor, estás igual el mismo dolor”

Siempre recibo las eternas críticas de los que se dicen conocedores de música, por un lado me respetan porque escucho cosas “dignas de ellos”, pero por el otro los defraudo cuando sale a flote mi fanatismo por Bunbury… a mí la verdad me vale.. ya lo he dicho, no tengo que explicar el porqué, si algo te llega, te llega y punto… en este caso es principalmente por las letras, que honestamente tampoco me importa porqué las escribió, yo las robo y las adapto a lo que siento, entiendo sus letras como quiero y me transportan a otro mundo, al enredo de la fantasía, del deseo, de lo que no encuentro la explicación y momentáneamente se aclara.

En fin, este concierto fue como un viaje a ninguna parte (ja que obvia y cursi) en el que las imágenes me traspasan, tan reales como cuando compré el disco de Flamingos y lo ponía en un discman y podía estar sobre la cama horas y horas escuchando (en repeat) sácame de aquí y me daba un pasón de emociones transportadas que comenzaban a desmarañar el revoltijo que hay en la mente y no necesitaba más que disfrutar el sabor de la música aderezada con palabras que inevitablemente adapto para mi ser (es lo bonito del arte).

Y a todo esto hay que sumarle el “carisma” de Bunbury , que entre bailes y espectáculo (a pesar de que es lo que más le critican) concluyo que hay quien nació para estar en un escenario, yo le llamo vocación, y manejar a tal cantidad de gente que responde a todo lo que hace y dice (que a veces me cae un poco gordo, pero es parte de su mood) y de alguna manera que no me explico ni quiero explicarme, transmite eso que logra que todos se emocionen y que una simple mortal (como yo) termine escribiendo en su blog una disertación completa sobre su concierto.

P.D. Solo para el récord también tocó (de lo que mi memoria alcanzó a retener): Alicia, el extranjero, de mayor, el club de los imposibles, sí, lady blue, y al final, que tengas suertecita, la señorita hermafrodita, apuesta por el rock , el jinete (Jose Alfredo.. otro GRANDE).
Para mí faltaron: enganchado a ti, ¿dudar? Quizá, el aragonés errante y la chispa adecuada (que aunque es de héroes y es tiiiiiiiiiiiipica, la mera mera pues sí emociona)

De vuelta

Leí mis posts anteriores y qué depresión ... fue un mal momento, pero cuando una tristeza llega, todo parece obscuro y sumamente importante, como si lo que sientes fuera lo más profundo y frustrante del mundo... cuánto sufrir y cuánto drama!!... la buena noticia es que ahora estoy mucho mejor y tal vez por eso hacía tanto que no escribía... una vez vi una entrevista con Fiona Apple y le preguntaban el porqué de sus canciones pesimistas y ella contestó: "si me siento bien y estoy contenta ¿porqué querría sentarme a escribir en el piano si estoy haciendo cosas más divertidas?", me encantó su respuesta porque es cierto, supongo que muchas veces cuando uno se siente bien no tiene la necesidad de expresarlo (ya sea diario, cartas, blog, etc.)
En fin, el punto es que ahora ando de buen humor, más animada y sobre todo volvió mi afición por el cine, quiero ver tantas películas que el tiempo no alcanza!! ... pero ahí la llevo, al menos recuperé la costumbre de ver películas más seguido y ser exigente en lo que voy a ver... algo que realmente llame mi atención, no solo lo que el azar decide por la hora en que se me ocurrió llegar al cine.
Trataré de andar por aquí más seguido, pues me gusta escribir y escribir más (aunque mis palabras no cambien el mundo)